APUNTE CIENTÍFICO

Beneficios para el sistema inmunológico de la práctica de la meditación.

La meditación, es uno de los requisitos más importantes para alcanzar una buena salud; y el primer requerimiento para una buena salud mental es: la paz y la calma (Carta Salud Mundial Otawa 1986).

“Cuando sufrimos estrés, el cerebro y los órganos periféricos segregan sustancias como la hormona Corticotropin-Releasing Factor (CRF). Esta hormona actúa fijándose a los receptores de las células de distintos órganos del cuerpo, del cabello, la piel, los intestinos, etc. Asimismo, se fija también en los receptores de los macrófagos y los mastocitos (células que están por todo el cuerpo) y, tras esta unión, se liberan unas sustancias llamadas citoquinas, provocando lo que conocemos como “inflamación”.

 

La inflamación hace que el cuerpo produzca mecanismos de autorregulación para controlarse. Sin embargo, cuando el estrés se hace crónico, se genera una inflamación descontrolada que produce radicales libres, que acaban provocando una oxidación de las células afectadas. Esto tendrá su repercusión en los genes, que mutarán, produciendo diferentes enfermedades.

 

La meditación favorece que el cerebro actúe de manera ordenada y coordinada, haciendo que esta hormona del hipotálamo se segregue a niveles normales o bajos. Por lo tanto, podemos confirmar que la práctica regular de la meditación beneficia sustancialmente la salud de la persona con estrés, pues también se regula el sistema neuro-inmuno-endocrino. La meditación, el deporte y la nutrición son las mejores armas para proteger nuestra salud.”

Dr. I. Umbert. Instituto I. Umbert. Clínica Corachán. Barcelona.