Lluvia, llega la lluvia
Y, como creo adivinar lo rápido que pillas las cuestiones relativas al detalle, entiendo que has dejado volar tu imaginación al apreciar donde he situado esa «puerta giratoria del pensamiento» (*) que es la coma. Por si acaso te pasa como a mí que ando con el ceño enfurruñado a cuenta de la melancolíaque trae…