Cuando la mente está en silencio, lejos de la debilidad y de la falta de concentración, entonces puede entrar en un lugar que se encuentra mucho más allá de la mente: el Fin Superior.
La mente se tendría que guardar en el corazón hasta que no haya llegado al Fin Superior. Esto es sabiduría i esto es liberación. El resto son sólo palabras.*
Este bello texto, claro y conciso, apareció a modo de recorte en la última comida de este fin de semana de Silencio, organizado por unos amig@s en un entorno en plena naturaleza. Poder disfrutar de éstos espacios es una suerte que agradezco enormemente.
Y lo recomiendo, ya que el gozo que durante el retiro vas sintiendo, y en el que te vas adentrando, es difícil superarlo con algo mundano. Al llegar a casa, queda el dulzor de lo vivido, que perdura, unos días, hasta que se va desvaneciendo… pero nunca del todo. La experiencia allí está y un poco de ella se revive diariamente a la meditación de la mañana.
*Del Upanishad Maitri