Estar al acecho es también estar en la Presencia, atento a lo que ocurre, al hecho más que a la interpretación. Y para salirse de la interpretación que nos da la mente, debemos estar muy presentes. Estar al acecho, es estar atento en la Presencia.
San Francisco de Asís afirmaba ya en el s XII : “Allí donde reinan la quietud y la meditación, no hay lugar para las preocupaciones ni para la disipación”. Podemos comprobar que el tema viene de lejos….
Estar al acecho lo aprendemos con el método inspira. Nuestro método pretende llevarte a la conquista del hábito de la meditación diaria. Con la práctica, aprendemos a darnos prioridad, a escoger tus momentos de silencio. Te ayudarás a conseguir un cambio de hábitos para mejorar tu bienestar, desde lo físico a lo más sutil. Desde la alimentación a lo más etérico.
Aprendemos a ser flexibles ante los cambios, a aceptar mejor las distintas situaciones que te trae la vida, a compartir el dolor de los otros. Aumentará la confianza en ti misma-o y mejoraran tus relaciones. Ganarás concentración, precisión, atención y amabilidad con los que te rodean. Te harás emocionalmente responsable de ti mismo-a y eso te proporcionará un aumento tremendo de energía.
Pero el método es mucho más que eso… te dará la libertad de escoger si quieres dejarte guiar por el ego, por la mente condicionada o por lo que tú realmente quieres y deseas.
En los inicios del curso, éstas palabras no se acaban de comprender con toda la profundidad que tienen, pero con la práctica de la meditación diaria, vamos “viendo” cada vez más, nos vamos dando cuenta de cómo queremos y no queremos vivir… Y lo que al inicio parece complejo, se va simplificando e introyectando y acabamos viéndonos por una rendijilla, que, con el tiempo y la dedicación, se irá agrandando.
Al cabo de unas semana ya practicamos diariamente, tenemos más concentración e ilusión. Estar al acecho es muy importante, concentrados, es entonces cuando nuestra actitud elige cambios en nuestras vidas y nuestra energía se transforma.
Estando al acecho pasamos del pensar al escuchar. A comprender, para poder elegir. Estamos al acecho con total atención y aprendemos a no dejarnos guiar por la inercia. El silencio nos ayuda, nos habla, nos recomienda. Pero no se ha de entender con la mente analítica, sólo la vida real y la práctica nos dará la experiencia. El camino es individual pero no es personal (de la persona, del ego). Y el camino se hace instante a instante, porque es en el ahora que se hace.
Vivir al acecho, nos dijo San Francisco de Asís, es vivir escuchando.
Foto: Wikipedia. La renuncia a los bienes terrenales, Gioto.