La meditación.
Es el arte de meditar un entrenamiento diario que te lleva a mirar hacia adentro y te conecta con la calma, el primer estadio de la meditación. Los budistas la llaman Shamata. La calma, el silencio que surge no siempre es igual, pensamientos y emociones interrumpen y se apoderan de ese silencio pretendido. Dicen los maestros que debemos meditar sin esperar nada a cambio, quedarnos en la postura que hemos escogido, hasta que la mente lentamente se apacigüe, fijando nuestra atención, por ejemplo, en la respiración. Esto es lo que enseñamos en el método inspira.
Hay distintas de maneras de meditar, echados en el suelo sobre un futón de algodón, así meditaban los antiguos yoguis, o bien sentados en postura fácil, con las manos en algún mudra que conozcamos. Recomendamos empezar echados, observando la respiración, con las pautas que nos da la meditación guiada inspira, y poco a poco ir practicando también sentados sobre un zafu u cojín de meditación, con la espalda recta.
Meditar no es adormecerse y dejar de pensar, no es poner la mente en blanco y dejarse llevar. Meditar es estar activo y atento, paciente y con una concentración impecable, dejar pasar nuestros pensamientos y emociones con toda la disciplina de la que seas capaz. Es poner fin a la tendencia de la distracción mental que es la raíz última de nuestro sufrimiento.
Ella forma parte de los que caminamos hacia hacia la presencia, nos facilita aceptar lo que viene y a buscar en uno mismo las causas de las insatisfacciones y responsabilizarnos de ellas. Meditar es también escuchar en el silencio de la meditación el yo interior que nos habla. Este nos da respuesta a aquello que nos preocupa y nos allana el camino del autoconocimiento.
Sri Sarada Devi, mujer de Sri Ramakrishna, decía: “Discierne siempre. Trata de comprender que todo objeto externo que te atrae es impermanente, y pon tu mente en lo eterno”.
Un extracto del siguiente libro refleja muy bien lo que quiero decir:
“Buda vio que la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza es la raíz de todo el tormento del samsara 1 y que la raíz de esa ignorancia es nuestra tendencia a la distracción mental. Poniendo fin a la distracción mental se pondría fin al propio samsara; Buda comprendió que la clave para conseguirlo era recoger la mente, llevarla a casa, a su verdadera esencia, mediante la práctica de la meditación”. Meditación. Sogyal Rinpoche. Los pequeños libros de la sabiduría. José J. De Olañeta, Editor. Este es el libro.
Meditar es el camino para volver a nosotros mismos, en el que podemos experimentar nuestro ser completo. Pues en general desperdiciamos la vida entregados hacia fuera, a un quehacer incesante que nos aparta de esa verdadera identidad. Por eso decimos que meditar es volver a casa.
La meditación es también romper completamente con nuestra manera normal de actuar, es un estado en el que no desea nada, libre de preocupaciones y en el que no se compite. No debería haber lucha, no hay afán de triunfo, no hay aceptación ni rechazo, ni esperanza ni miedo. Es un estado en el que empezamos a liberarnos de todos esos pensamientos y emociones que nos tienen aprisionados en nuestra propia cárcel de cristal.